Pregunte a la mayoría de los jardineros cómo se comparan los productos de cosecha propia con la variedad del supermercado y le dirán que las frutas y verduras compradas en la tienda nunca pueden eclipsar a las de cosecha propia. Puede parecer una bravuconería en el jardín, pero los hechos respaldan esas afirmaciones. Los productos frescos del huerto tienen beneficios nutricionales comprobados de los que a menudo carecen los productos de los supermercados. Al cultivar sus propias frutas y verduras, puede aportar diversidad, mejor nutrición y un excelente sabor local a su mesa.
Es por eso que queremos hablarte hoy sobre los productos frescos de la huerta para que no pierdas detalle y sepas todo sobre ellos.
Porque es mejor utilizar productos recién cosechados
Una vez cortada de la planta o extraída de la tierra, una fruta o verdura comienza a perder minerales y vitaminas disponibles. En la naturaleza, cuando una fruta se cae o una planta muere, comienza a descomponerse para poder reciclarse y utilizar sus nutrientes para alimentar a la próxima generación de plantas. Una baya que recoges de tu jardín o un pepino pasan por el mismo proceso. Las enzimas del producto se ponen a trabajar descomponiendo sus nutrientes; es un proceso lento pero constante.
Un pepino que tiene que permanecer en un camión durante una semana para ser entregado a una tienda de comestibles donde luego permanecerá en el estante durante días antes de que usted lo recoja tendrá menos minerales, vitaminas y nutrientes disponibles para su cuerpo, porque algunos ya ha sido digerido por el propio pepino. Por otro lado, el que recogiste esta mañana y que ahora estás cortando con tus tomates para hacer una maravillosa ensalada de verano (¡mi receta favorita de ensalada de verano de temporada!) te brindará el beneficio completo de todas las vitaminas, minerales y nutrientes.
Cuando recoges los productos frescos de tu jardín, tienes el control de cómo se procesan y almacenan. Muchas grandes granjas de producción tienen formas de conservar los productos para que conserven su “frescura” el mayor tiempo posible; Muchos de ellos implican cubrirlo con algo parecido a cera. Cuantos menos tratamientos o recubrimientos pasen sus productos, mejor y cuando los recoja en casa no tendrá que hacerles nada más. Cuando usted mismo ha cosechado la cosecha, también sabe exactamente hace cuánto tiempo se cosechó y cuándo debe usarla; el uso de las etiquetas en los productos frescos en las tiendas suele ser confuso y no tan preciso.
Es por eso que siempre es mejor optar por productos que sabes que son cosechados y no son manejados por procesos complejos antes de llegar a tu tienda de alimentación de confianza. Si tienes la opción de plantar en tu casa distintos tipos de frutas y verduras, desde aquí queremos animarte a que lo hagas y a que ves tú mismo los beneficios y ventajas que conlleva tener un pequeño huertecito en tu propia casa.
¡Estamos seguros que recomendarás esta práctica a tus seres queridos!